Pendientes “dormilones” o “solitario”, formados cada uno por una montura cónica oval de borde mediacaña con un cuarzo citrino engastado chatón. Para llevarlos tiene un orejal y un cierre de presión.
Están realizados en oro de ley de 18 quilates, 750 milésimas, con acabado pulido brillo espejo y baño de rodio (solo los de oro blanco).
La hechura en la realización de los cierres es mecanizada y manual en las monturas y en el engastado de las piedras.